Todos necesitamos que se nos llame la atención cuando nos desviamos de nuestro proyecto original personal - la expresión más plena del Sí mismo- y, tal como señala el terapeuta junguiano Tom Laughlin, la enfermedad cumple con esa función:
"Toda enfermedad, por leve que sea, debería ser causa de que nos preguntásemos: "¿Qué estoy haciendo con mi vida que el designio de la Naturaleza en mi incosciente quiere que deje de hacer porque en realidad(...) debería estar haciendo en cambio alguna otra cosa -algo que sea bueno para mí porque es más congruente con mi verdadera naturaleza- con ese proyecto individual de mí mismo que la Naturaleza ha ocultado en mi inconsciente?
Cuanto más grave es la enfermedad, tanto más nos hemos sobrecargado, y generalemente ni siquiera en nuestro propio interés, sino obedeciendo a presiones o de un padre o una madre, de un grupo de pares o de algún otro ser amado.(...)
Una y otra vez nos enfrentamos con el hecho de que hay dentro de nosotros una fuerza oculta que constantemente nos somente a un control más fuerte que el de nuesto yo. Esta fuerza interior no nos deja descansar mientras no nos cultivamos hasta alcanzar nuestro potencial más pleno, tal como no nos dejó conformarnos con el vocaulario de un niño de tres años cuando nos enseñó a hablar."
"La cuestión clave en todas las enfermedades -dice Tom Laughlin- es:
"¿Qué está tratando de conseguir el Sí mismo que yo, en mi condición de paciente, aprenda sobre mí mismo?"
Este texto ha sido extraido del libro "Paz , Amor y Autocuración" del doctor Bernie S. Siegel. Ediciones Urano.
